“Luke Skywalker ha
regresado a
Tatooine, su planeta
de origen,
para intentar
rescatar a su
amigo Han Solo de las
garras
del malvado Jabba, el
Hutt.”
Con estas líneas empezaba El Retorno del Jedi y casi con la
misma emoción que sentí al leerlas en mi infancia, volvía este año al
Zinemaldi. Pensaba que al ser el segundo año los nervios no iban a aparecer. Me
equivocaba.
Este año mi conciencia ecológica me ha hecho no venir a la
ciudad en mi flamante X-Wing en favor del trasporte público. Si bien tiene sus
ventajas como el hecho de olvidarte aparcar, levantarse a las 5:45 de la mañana
no es el mejor inicio para una jornada maratoniana de cine.
Llegada a Tatooine a eso de las 8:15 y recogida de acreditaciones,
llave del casillero y demás material festivalero antes de las 8:45. Bien, la
película que inaugura el festival no empieza hasta las 10:00. El madrugón
permite ir sin prisas y el lado oscuro empieza a ceder.
El festival empezaba con la nueva película del alemán Wim Wenders. Submergence (Inmersión) nos cuenta la historia de dos personas con
vidas totalmente opuestas que se conocen en un hotel de la costa Normanda y se
enamoran. Nada nuevo bajo el sol. Aquí la crítica la ha puesto a caer de un
burro. La verdad es que algún diálogo es bastante mejorable. Y digo esto siendo
algo condescendiente con la persona que escribió el guion. La estructura
narrativa y la dirección de Wenders me parecen bastante correctas. Puede que se
abuse algo de los flashbacks para contar la historia, pero en general tiene un
ritmo adecuado. Y más teniendo en cuenta la diferencia de carga dramática de
las dos historias que cuenta.
En cuanto a las interpretaciones, no creo que sean las
mejores de Alicia Vikander y James McAvoy,
pero cumplen. Su mayor problema son ciertos diálogos que, volviendo a ser
condescendiente, no acaban de ser una maravilla.
Resumiendo, una película correcta que entretiene y nos
quiere contar algo “diferente”. Evidentemente esta cinta compite testimonialmente
por la Concha de Oro. Quiero creer que la organización del festival elige
películas poco arriesgadas para las inauguraciones para intentar agradar a las “señoras
del Kursaal”. Porque algunas de las películas que compiten en sección oficial,
no serían del gusto de la mayoría. Pero esto es algo que enciende mucho a la
crítica más especializada. Nunca llueve a gusto de todos.
Tras la película, tenía la posibilidad de salir a la carrera
hacia los cines Trueba a ver si llegaba a tiempo para ver la argentina Alanis,
o acudía a la rueda de prensa y proyección de un corto de Isabel Coixet patrocinado por una compañía eléctrica. Siendo la primera jornada, opté por la
segunda opción. Habría sido un gran error si no me hubiera enterado de que hubo
gente que no llegó a entrar al pase de Alanis. No voy a hacer ni comentar el
corto porque… en fin. Que mejor no digo nada. Copa de cava de la organización a
la salida y me dirijo a comer algo por el centro de Donosti.
La segunda proyección del día (el corto ni lo cuento)
prometía mucho. Call me by your name
inauguraba la sección Perlas y venía precedida de unas muy buenas críticas. No
soy muy fan del italiano Luca Guadagnino
pero he de reconocer que la película logra trasmitir. ¿Quién no recuerda su
primer amor de verano? Y sobre todo, ¿quién no recuerda lo que sintió con el
final de ese amor de verano? Pues esa es en esencia la historia que vemos en
pantalla. Las actuaciones de Armie Hammer
y Michael Stuhlbarg son bastante
convincentes pero el que se sale de verdad es el joven Timothée Chalamet. Habrá que seguirle la pista porque promete.
El único pero que se le puede buscar a la película es que se
alarga un poco en la narración de la historia. Creo que con 20 minutos menos de metraje el montaje habría sido redondo. No obstante, he de reconocer que la
parte final tiene un par de diálogos y un plano que compensan con creces la
espera. Una gran fotografía para una historia sencilla de despertar sexual y de
primer amor.
Muy buen comienzo de la sección Perlas de este año. Como
siempre digo, ir a una proyección de esta sección suele ser un acierto.
Para terminar la primera jornada, volvía a la sección
oficial para ver El autor del
español Manuel Martín Cuenca. La
comedia, que ha ganado el premio FIPRESCI del festival de Toronto, nos sumerge
en la vida de un escritor frustrado que ante la falta de inspiración, decide
adecuar la realidad para crear una ficción interesante y “real”.
Aquí, gran peso de la historia recae en las interpretaciones
de Javier Gutiérrez y sobre todo un
inmenso Antonio de la Torre que tiene
grandes diálogos cómicos a lo largo de la película. Si bien la historia flojea
un poco en su final, es difícil que no saque más de una carcajada en el
espectador.
Para ser la primera jornada del festival, no ha estado nada
mal. El sábado no podré acudir al festival por un deber inexcusable pero el
domingo vuelvo a seguir peleando contra el imperio galáctico y sus tarjetas
rosas VIP. Lo siento, Darth Rebordinos, pero tenía que decirlo.
Resumen para vagos del Día 1
Submergence: bien, sin más.
Call me by your name: muy recomendable.
El autor: recomendable.
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