Hoy era día de paraguas en la capital guipuzcoana. Tras el
desayuno de los campeones en la cafetería de siempre, tocaba ir al Victoria
Eugenia a ver una película de la sección oficial. Yo iba a ver Litch pero resulta que he visto Mademoiselle Paradis. Durante un rato
he estado pensando si me habría liado de cine y estaba viendo otra película,
pero parece ser que la película se llama actualmente de la segunda manera.
Es un drama ambientado en la Viena del siglo XVIII (para los
de la LOGSE, esto es 18 y para
los que se les quedó grande la LOGSE, esto es de 1700 a 1799) que narra la vida
de una joven invidente que es una virtuosa tocando el piano. Os podéis imaginar
el vestuario ostentoso, las pelucas y toda la parafernalia de la nobleza de la
época.
La historia empieza bien pero se va desinflando poco a poco
hasta acabar en una película más para el olvido. La directora austriaca Barbara Albert parece no acabar de
encontrar el tono de la cinta y no acaba de trasmitir gran cosa, la verdad. A
destacar (y es al menos la segunda película del festival con esta
circunstancia) la actuación de la actriz María
Dragus que borda el papel principal. El resto, es una historia basada en
hechos reales y blablablá y blablablá.
Tras la proyección, visita al Kursaal para escribir la
crónica del día anterior y acudir a la rueda de prensa de Arnold Schwarzenegger.
Al llegar estaba Barbara Lennie en otra rueda de prensa y he aprovechado para
entrar unos minutos. Sobre la rueda de prensa de Terminator, qué decir. A la
tercera pregunta le han sacado el tema de las pasadas elecciones en Alemania y
ha decidido que la rueda de prensa la continuaba con sus propias preguntas.
Luego ha hecho la pelota a la prensa y ha acabado la rueda de prensa.
Definición de puto amo.
Luego me he escapado a comer por Gros haciendo caso a una
sugerencia de Tripadvisor y a mi suite a tomar un merecido descanso hasta la
siguiente proyección ya a la tarde. Volvía a la sección perlas por lo que en
principio era un valor seguro tras la primera del día.
You Were Never Really
Here, de la directora escocesa Lynne
Ramsay, venía con dos premios del Festival de Cannes bajo el brazo:el de
mejor actor para Joaquin Phoenix y mejor
guion. En mi opinión, bastante merecidos los dos.
La fórmula de la película no es nada innovadora pero el
ritmo y la historia encajan como un guante. Phoenix encarna a un sicario en la
ciudad de Nueva York al que se le hace un encargo que no es lo que parece. Innovador,
¿verdad? Pues el caso es que funciona. Típico descenso a los infiernos del
antihéroe con redención final incluida. No se le puede pedir más al género.
Tras este pico de adrenalina y violencia y con más miedo del
deseado, tocaba asistir a La cordillera en
la que aparece el nuevo premio Donostia: Ricardo
Darín. Todavía no sé qué quería conseguir el director argentino Santiago Mitre con la película.
La historia empieza siendo un thriller político ambientado
en Sudamérica y acaba siendo una mezcla de géneros con varios hilos narrativos
algo difusos. Por ahora lo más flojo que he visto en esta edición del Zinemaldi
(sin contar lo que hizo Coixet).
Y tras cenar, tocaba escribir estas líneas antes de ir a la
última proyección del día a las 00:00 en la sesión golfa del festival. Sí, es
una sesión malísima pero es la única en la que me encajaba ver 120 BPM sin perderme la rueda de prensa
del T2. Voy a meterme cafeína en vena para aguantar sus más de dos horas sin
acabar dormido. Mañana contaré si ha merecido la pena al terminar esta crónica.
Resumen para vagos del día 4
Mademoiselle Paradis: Salvo que tengas un especial interés por la historia o seas inmortal, ahórratela.
You Were Never Really Here: Muy interesante.
La cordillera: Para una siesta de domingo.
120 BPM: Muy interesante.
Mademoiselle Paradis: Salvo que tengas un especial interés por la historia o seas inmortal, ahórratela.
You Were Never Really Here: Muy interesante.
La cordillera: Para una siesta de domingo.
120 BPM: Muy interesante.
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